viernes, 20 de febrero de 2009

VAKKIRIA (2008)




VALKIRIA ( 2008)


Vakiria arrastra un triple problema de enfoque. El primero relacionado con el núcleo narrativo de la película. El segundo, con la naturaleza del héroe. El tercero, con la estética asumida por el film.

Valkiria, como tantas otras películas de trasfondo histórico, tiene un desenlace por todos conocido. El dúo Cruise/Singer se ha planteado la película como un thriller de suspense, allá donde no hay ningún suspense, y por ello se han hecho preguntas del tipo: ¿cómo se organizó el complot?¿cómo se planificó? ¿cómo se llevó a la practica?

La consecuencia es que ha salido un hibrido entre Superman ( recordar que Singer fue el director de Superman returns) y Ethan Hunt (agente de la trilogía de Misión imposible). Más les hubiera valido a sus responsables preguntarse por las razones que conducen a un grupo militar de elite a preparar un atentado contra Hitler, cuando la guerra ya estaba perdida y decidida.

Este enfoque, mas arriesgado, con muchas aristas, nos hubiera proporcionado respuestas mas atractivas para el espectador. Estaríamos muy lejos del héroe con aspiraciones democráticas que nos quiere presentar la película y mucho mas cerca de un héroe trágico que duda entre el deber y la (mala) conciencia. No hay, en este católico ferviente, rastros de culpa, ni asomo de arrepentimiento por los pecados cometidos.

Claus Von Stauffenberg, conde suabo de larga estirpe militar, pertenecía al circulo de Stefan George, maestro de un grupo de discípulos que defendían ideas de pangermanismo y renovación nacional, no muy alejadas del ideario doctrinario del nacionalsocialismo. Von Stauffenberg probablemente despreciaba a Hitler, pero no por nazi sino por cabo chusquero. Murió ejecutado reivindicando la Sagrada Alemania.

La trama fue urdida por un grupo de militares y una red civil con presencia testimonial en el film. La trama militar- en realidad muy amplia- queda prácticamente arrinconada por el excesivo protagonismo de Cruise/Stauffenberg. Lo que debiera haber sido un película coral, se queda en un mero ejercicio de narcisismo de su actor/productor ejecutivo. Enfoque que arruina la mejor idea del film. Los momentos de duda e indecisión que trascurren después del atentado, cuando todavía no saben si Hitler ha muerto.

El general Henning von Tresckow (Kenneth Branagh) desaparece rápidamente de escena. Tiempo suficiente, sin embargo, para que Branagh interprete con flema británica a un general alemán que va a recoger las botellas de cointreau llenas de explosivos tras un atentado frustrado. El cameo de Carice von Houten, como Nina, esposa de Stauffenberg, en un papel irrelevante dramáticamente, parece una broma pesada al recordar su compleja interpretación en El libro negro (2006) de Paul Verhoeven. Magnifica la construcción que realizan Bill Nighy y Tom Wlikinson como los generales Olbrich y, Friedrich Fromm respectivamente. . Se comen materialmente a Cruise en la pantalla y sus miradas y presencia logran trasmitir dudas, miedo, ambición, calculo y traición, Me queda, sin embargo, una pregunta: ¿es imposible encontrar un actor alemán para interpretar a un general nazi? O volvemos a lo de siempre. Otra vez, la historia contada por los vencedores.

Algunos momentos causan estupor y otros meramente risa. Cruise escuchando en un gramófono La Valkiria de Wagner. No digamos cuando se nos muestra a Cruise saludando brazo en alto con el muñón al aire. Carlos Saura- con mucho mas humor e ironía- ya lo había hecho en La prima Angélica (1973), con Fernando Delgado brazo escayolado en ristre.

A una película con mas de 80 millones de dólares de presupuesto hay que pedirle algo más que un buen diseño de producción El vestuario, los decorados, la ambientación, los escenarios recrean a la perfección el estereotipo y estética que el cine nos ha trasladado de la Alemania nazi y que fijó en la memoria colectiva Leni Rieffenstalh ( El triunfo de la voluntad, Olimpia) en la década de los treinta. Una fascinación que obvia lo trágico y oscuro de aquellos años. Resulta por tanto algo obscena la excitación que ha debido depararle a Tom Cruise disfrazarse de coronel de la Wehrmacht y ponerse un parche en el ojo Algo sólo comparable a la que debió sentir el Príncipe Enrique, hijo de los Príncipes de Gales, cuando se disfrazó de soldado de las SA.

Stauffenberg y el resto de conspiradores dio su vida por mantenerse en el poder y negociar una paz “digna”. No podemos olvidar que, en aquellos momentos, otros estaban en una resistencia, igual de arriesgada pero mucho mas honrosa.

Cruise/Singer ciertamente no han tenido la ambición de hacer una película sobre la resistencia alemana al nazismo, ni de llevar a la gran pantalla Les bienvellantes de Jonathan Littell (Gallimard, 2006). Sin embargo, se les podía exigir algo mas de rigor narrativo. La historia requería un guión con una estructura más compleja y un desarrollo psicológico del personaje más profundo.


Director: Bryan Singer
Producción: M-G-M y United Artist
Productores ejecutivos: Christopher Mcquarrie. Bryan Singer y Gilbert Adler
Diseño de producción: Lilly Klivert y Tom Meyer
Guión: Christopher Mcquarrie; Nathan Alexander
Fotografía: Newton Thomas Sigel
Música: John Oltman
Interpretes: Claus von Stauffbenger (Tom Cruise) General Henning von Tresckow (Kenneth Branagh); Nina (Carice von Houten); General Friedrich Fromm (Tom Wilkinson); General Olbrich (Bill Nighy)

jueves, 5 de febrero de 2009

RocknRolla (2008)


Rocknrolla (2008)



(Archie: People ask the question... what's a RocknRolla? And I tell 'em - it's not about drums, drugs, and hospital drips, oh no. There's more there than that, my friend. We all like a bit of the good life - some the money, some the drugs, other the sex game, the glamour, or the fame. But a RocknRolla, oh, he's different. Why? Because a real RocknRolla wants the fucking lot.)

Guy Ritchie tenía cierto reconocimiento en los medios cinematográficos, antes de ser (ex)marido de Madonna. Había realizado dos películas – Lock & Stock (1998) y Snatch: cerdos y diamantes (2000)- bien recibidas por público y crítica. Era responsable de otras dos películas: una, Barridos por la marea ( 2003), considerada por muchos como una de las peores de la historia del cine; otra, recién estrenada en España, Revolver (2005), catalogada de transición. Y finalmente acaba de presentar, RocknRolla /2008), donde vuelve a un terreno familiar: Londres y el mundo del hampa.

Rochnrolla es una comedia de acción que nos cuenta la historia de Lenny Cole (Tom Wilkinson), gangster que domina el negocio inmobiliario de un nuevo Londres. Corren nuevos tiempos y Lenny ve amenazado su poder. Por un lado, por unos delincuentes de pequeña monta a los que mantiene intimidados: Por otro, por las nuevas mafias rusas, que vienen con los bolsillos llenos de dólares, encarnadas por Yuri Onovich (Karen Roden), un remedo de Román Abranóvich.

Para desarrollar la trama utiliza un MacGuffin (un cuadro robado que nunca llega a verse) y un “deux ex machina”, Stella (Thandie Newton), una contable ambiciosa (desde Casino Royale (2006) ya sabemos que las contables también tienen imaginación). Según avanza la película gana protagonismo un nuevo personaje – Johnny Quid ( Toby Kebbel)- hijastro de Lenny Cole- que hace de catalizador de todos los conflictos y que previsiblemente se convierta en el centro de una próxima entrega de la película,

Rocknrolla es divertida, tiene ritmo y buena música. Es un Tarantino (con guiño incluido en una secuencia de baile) romanizado, filtrado por 2000 años de historia y cultura. Los personajes – unos canallas reconocibles-- están tratados con ternura y su naturaleza y comportamientos son creíbles. Las relaciones que se establecen entre ellos no son artificiales, ni las secuencias de violencia gratuitas. Nos habla de asuntos cercanos: amistad, traición, venganza, ambición, corrupción. Con naturalidad, sin intimidarnos. Nos encontramos en las antípodas de Reservoir Dogs (1992)

RocknRolla es una película que siempre esta al borde del abismo- diálogos muy brillantes, personajes arquetipos- pero nunca llega a derrumbarse gracias a la excelentes interpretaciones de todos sus actores.

El reparto es excelente. Encabezado por Tom Wilkinson a quién desearías no cruzarte en su camino. Le crees perfectamente capaz de echarte a la pila de langostas sin ningún tipo de remordimiento. Fantástico Mark Frost como Archie, que ya le ganó la partida a DiCaprio en Red de mentiras (2008) y aquí tutea al mismísimo Wilkinson. Muy bien y creíble el resto del reparto, con un magnifico Gerard Buttler- a quién ya habíamos visto en 300 (2007)- como Uno-Dos, con una presencia física que consigue dotar de autenticidad a sus comportamientos y reacciones.

Londres, en plena transformación urbana, propicia para el pelotazo inmobiliario, brilla en los grandes escenarios de lujo y en las ruinas post industriales Las localizaciones están buscadas por alguien que conoce bien la ciudad y no por un turista accidental. Incluido un pequeño homenaje a Woddy Allen en una secuencia en un club de tenis.

El estilo es reconocible. Remite al Martin Scorsese de Malas Calles (1973). Mucho travelling, movimientos de cámara y una excelente banda musical - Lou Reed, The Clash, The Subways, etc.-, otra habilidad que comparte con Tarantino, que hace progresar la historia y nos acerca a los personajes. El montaje transmite energía y vitalidad, con todos sus personajes conscientes de vivir al limite, en la frontera entre la vida y la muerte. La película tiene algo de screwball: situaciones disparatadas resueltas con naturalidad. La factura es impecable. No podemos olvidar que cuenta en la producción con Joe Silver (ver Imágenes de Actualidad, enero 2009), responsable, entre otras, de Límite 48 horas (1982) y Depredador (1987).

El espíritu de la película se resume en la frase de Johnny Quid cuando dice que la vida se parece a una cajetilla de cigarrillos: por un lado, vende un mundo sofisticado y de lujo; por otro, te recuerda que inexorablemente mata.

Algún crítico (Carlos Boyero en El País) dice que es una película olvidable. Me parece difícil olvidar 114 minutos tan divertidos

- Director: Guy Ritchie
- Guión: Guy Ritchie
- Productores: Navid Mallhargey, Steve Richards, Joe Silver, Guy Ritchie
- Fotografía: David Higgs
- Montaje: James Herbert
- Música: Steve Isles
- Interpretes: Lenny Cole ( Tom Wilkinson); Gerard Buttler ( Uno-Dos): Stella (Thandie Newton); Archie ( Mark Strong); Johnny Quid (Tobby Kebbel) Yuri Onovich (Karel Roden)